Jurgen Klopp es uno de los pocos entrenadores que han influido en el juego a lo largo de la última década. Su irrupción en el campeonato alemán se vio refrendada por buenos resultados. Esto le que ayudó a consolidar sus métodos de cara al mundo del fútbol, y también, a que el colectivo de entrenadores lo señalase como una referencia a seguir.
Klopp es un entrenador eléctrico. Es amante de que sus equipos toquen «Heavy Metal» sobre el campo. Así lo ha manifestado a lo largo de varias comparecencias de prensa, y con ese «Heavy Metal» futbolístico intenta combatir a equipos más pausados, mas analíticos, a los que él asemeja con interpretes de música clásica.
Cuando llegó a Inglaterra su misión era harto difícil. Un equipo al que le costaba ser constante, en juego y en resultados. Un equipo, el Liverpool, al que se le estaba negando sentarse en la mesa de los grandes de Europa. Si, es verdad que había ganado alguna Champions recientemente, pero no era visto como uno de los cocos del viejo continente.